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No soy actriz, soy actor: Cate Blanchett.

La estrella hollywoodense Cate Blanchett ha dicho este miércoles que preferiría que la llamaran actor en lugar de actriz.

La australiana, que preside este año el jurado en la Mostra de Venecia, respaldó así la controvertida decisión del festival de Berlín, la semana pasada, al eliminar los premios por género y solamente otorgar uno “al mejor actor”.

“Siempre me he referido a mí misma como un actor”, señaló Blanchett, al ser preguntada sobre el paso a premios neutros en cuanto al género, horas antes de comenzar el festival veneciano, de 10 días, restringido a causa de la pandemia de covid-19.

“Pertenezco a una generación en la que la palabra actriz se utilizaba casi siempre con un sentido peyorativo. Entonces, reclamo el otro espacio”, declaró la artista.

Como para comprobar la cuestión, preguntó a los periodistas si existía un equivalente femenino de la palabra “maestro” en italiano, solamente para escuchar que le dijeran que no.

Blanchett encabeza el jurado en Venecia –otras veces criticado por feministas por la “masculinidad tóxica” de su selección–, en un año en el que el número de directoras en competencia se ha cuadruplicado, hasta llegar a ocho.

“Creo que una buena actuación es una buena actuación, sin importar la orientación sexual de quien la encarna”, señaló ante los periodistas. La Mostra de Venecia había sido muy criticada por seleccionar a una sola cineasta para competir por el León de Oro en 2017 y 2018.

Y la furia fue aún mayor el año pasado, cuando Roman Polanski, quien huyó de Estados Unidos en 1978 después de admitir haber violado a una niña de 13 años, fue seleccionado y galardonado con el segundo premio del festival por el drama histórico “El Oficial y El Espía”.

Pero en la etapa previa al festival, la primera gran cita cinematográfica desde que comenzó la pandemia del coronavirus, la oscarizada Blanchett declaró que este año el récord de ocho mujeres directoras ha sido “una respuesta directa a los avances positivos que se han logrado”.

Blanchett, de 51 años, se ha convertido en un referente importante en la política de género de Hollywood desde la creación del movimiento #MeToo, provocado por el escándalo vinculado al productor Harvey Weinstein.

Hace dos años en Cannes, lideró una protesta a favor de la igualdad sobre la alfombra roja en que desfiló un ejército de actrices y directoras.

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