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“El precio de la verdad” una crítica a la responsabilidad de las grandes compañías en el cuidado del medio ambiente

Mark Ruffalo, Anne Hathaway, Tim Robbins, Bill Camp y Bill Pullman, bajo la dirección de Todd Haynes, protagonizan ‘El precio de la verdad’, una película que narra la lucha de un abogado ambientalista contra una de las más grandes corporaciones del mundo. Basada en hechos reales, está realización se estrena en Colombia este 20 de febrero.

Esta es a grandes rasgos la trama de El precio de la verdad, filme que viene con una gran crítica a la responsabilidad de las grandes compañías en el cuidado del medio ambiente, pero también de la responsabilidad individual de los seres humanos frente al consumismo.

La cinta está basada en el artículo de The New York Times “El abogado que se convirtió en la peor pesadilla de DuPont”, de Nathaniel Rich, que narra la cruzada de un solo hombre que buscó justicia para una comunidad que durante décadas estuvo expuesta a toxinas arrojadas al agua por esta gran corporación.

Por eso en El precio de la verdad, es más que clara la importancia del trabajo como comunidad, pero principalmente como individuos, como lo afirma el protagonista y productor Mark Ruffalo, quien le da vida al abogado ambientalista que busca obtener justicia para una comunidad víctima de una corporación impulsada por la codicia.

Ruffalo es defensor desde hace mucho tiempo de la urgencia del cambio climático y el aumento de la energía renovable. Cofundó Water Defense, en marzo del 2011, para crear conciencia sobre el impacto de la extracción de energía en el agua y la salud pública; el año siguiente, ayudó a lanzar The Solutions Project como parte de su misión de compartir ciencia, negocios y cultura que demuestren la viabilidad de las energías renovables.

Lo cierto es que esta película resulta de gran interés no solo para los amantes del cine, sino también para los ambientalistas, pero sobre todo para el ciudadano de a pie. Este descubrirá cómo con el uso de elementos tan habituales en el hogar, como un sartén de teflón, un tapete o una prenda de vestir, puede estar afectado por estas toxinas. No por el simple descuido de esta gran corporación sino por la enorme contaminación y su encubrimiento, perpetrado por DuPont durante 40 años.

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